viernes, 24 de abril de 2009

LA TORTUGA Y LOS DOS PATOS.

Una vez hubo una tortuga de poco seso, que cansada de su rincón quiso conocer otros países. Dos patos que conocieron el deseo de la tortuga, se acercaron a ella y le dijeron:



-Nosotros podemos satisfacer tu anhelo, compañera.



-¿De veras?-preguntó la tortuga.



-Si estás dispuesta-dijo uno de los patos-, nosotros te llevaremos por los aires hasta América.




Aceptó la tortuga la propuesta y cerróse el trato. Los patos imaginaron un artificio para llevar a la viajera. Le pasaron un palo a través de la boca y le dijeron:




-Aprieta bien; guárdate de abrir la boca.





Luego, sujetando cada pato un extremo del palo, alzaron el vuelo. Viendo a la tortuga por los aires, se extraño todo el mundo de ver volar al lento animal.


-¡increíble!-dijo una niña-. ¡Ved por las nubes a la reina de las tortugas!

-La reina soy, en efecto, y hacéis mal en burlaros -replicó la tortuga.

Pero más le hubiera valido seguir en silencio su camino, porque, soltando el palo al abrir la boca, cayó por tierra y se estrelló a los pies de los mirones.

La imprudencia, la curiosidad, la necia vanidad y la charlatanería tienen estrecho parentesco, siendo, como son, descendencia de una misma raza.
SOFÍA FERNÁNDEZ POLO